jueves, 30 de octubre de 2008

Entre el dolor y la incredulidad


BUENOS AIRES -- El plantel de Boca Juniors recibió con consternación y estupor el fallecimiento del presidente del club, Pedro Pompilio, a causa de un paro cardíaco.
La mayoría de los jugadores se enteró de la noticia cuando finalizó abruptamente la práctica del jueves a la mañana en el predio de Casa Amarilla.
La práctica transcurría en un clima de normalidad, el director técnico Carlos Ischia y los jugadores se encontraban en el campo de juego de la cancha principal del predio cuando comenzó a surgir el rumor de la desaparición física del presidente del club.
Una vez que Ischia decidió finalizar el entrenamiento, de cara al clásico de domingo en la Bombonera, los futbolistas fueron ingresando al vestuario y muchos de ellos, cuando pasaron por los pasillos del cuerpo principal del edificio observaron en un televisor instalado en lugar, la infausta noticia.
El clima de desazón y congoja se adueño del predio auriazul, y los principales dirigentes, entre ellos el vicepresidente primero Jorge Amor Ameal- que se hará cargo de la conducción del club- y el vicepresidente segundo, José Beraldi se dirigieron hacia el domicilio del directivo fallecido para expresarle sus condolencias a sus familiares.
En tanto, los futbolistas, en silencio, permanecieron en el vestuario, sin poder entenderlo todo lo que ocurría a su alrededor, mientras los empleados del club se acercaban una y otra vez para mirar al televisor donde se registraba una y otra vez la dolorosa noticia.

El fútbol se viste de luto




BUENOS AIRES -- El presidente de Boca Juniors, Pedro Pompilio, falleció el jueves a la mañana de un paro cardíaco a los 55 años, en su domicilio.
La noticia se conoció en Boca en momentos en que el plantel profesional se entrenaba en el predio de Casa Amarilla.
La presidencia de Boca quedará al menos transitoriamente en manos de Jorge Amor Ameal, vicepresidente primero del club.
Pompilio, padre de dos hijos, Natalia y Leandro, quien suele participar de viajes con el equipo y está muy cerca del plantel profesional, llegó a la presidencia de Boca el 4 de diciembre del año pasado, cuando Mauricio Macri entregó el poder, seis días antes de asumir como Jefe de Gobierno porteño.
Asimismo, por una presentación de la oposición ante la Junta Electoral, encabezada por el dirigente Roberto Digón, la Inspección General de Justicia obligó a revisar padrones y el 2 de junio de este año se realizaron elecciones, en la que Pompilio resultó ganador con el 73 por ciento de los votos.
Ni bien asumió la presidencia en diciembre, Pompilio hizo un movimiento por demás audaz ante el clamor de los hinchas xeneizes, al traer a Juan Román Riquelme a Boca, a cambio de 15 millones de dólares pagaderos en cuatro años.
Pese a que el propio Macri le había aconsejado no hacer esa negociación, Pompilio impuso su impronta y llevó a Riquelme nuevamente a Boca.
Pompilio, quien también era vicepresidente segundo de la AFA, repartía su tiempo entre su familia, Boca y la fábrica de papel y envases de la que era propietario.
Pompilio llegó mucho antes que Macri a ser dirigente de Boca, ya que empezó como protesorero en 1985.
Pero su poder dentro del club tomó fuerza con el actual Jefe de Gobierno porteño, cuando acompañó a Macri en las primeras elecciones. Desde 1995 fue vicepresidente de Boca hasta el año pasado, cuando asumió la titularidad del club.
En las últimas elecciones contra Digón, fueron diez agrupaciones las que apoyaron la candidatura de Pompilio.
Justamente Digón, el opositor vencido en las últimas elecciones, fue el primero en salir a lamentar el fallecimiento del dirigente.
"Vivía para su familia y para Boca", dijo Digón, quien recordó que Pompilio había sufrido en 1994 una crisis cardíaca muy fuerte.
En las últimas semanas, Pompilio tuvo que poner la cara tras los sucesivos conflictos que se produjeron en el plantel de Boca, primero con la salida del arquero Mauricio Caranta de la titularidad, y luego con el affaire Riquelme-Cáceres, admitiendo que le molestaba que dijeran que el equipo era "un cabaret".
Finalmente, en la última conferencia de prensa de su vida, aseguró que "cerró el cabaret".