La línea afín al ministro de Seguridad, Gustavo Larrea, ejerció presión para que -a última hora- Virgilio Hernández sea sacado de la Comisión Legislativa.Hasta inicios de esta semana, la curul 46 a la que tenían derecho los oficialistas estaba prevista se quede con el representante de Pichincha. Incluso, los miembros del bloque hicieron una votación interna en la que se ratificó esta medida, pues se tomó en cuenta la votación que Hernández tuvo cuando fue electo como asambleísta.No obstante, de acuerdo a lo confirmado por fuentes oficialistas, la tendencia ‘larreísta’ no estaba conforme con la decisión y presionó para revertirla a favor de Félix Alcívar, de Manabí.Y es que según se conoce, en la Comisión Legislativa los asambleístas afines a Larrea ya no tendrían mayoría (como sí ocurría entre los 80 que llegaron a Montecristi). Ahora, la tendrían los representantes de Ruptura 25, Foro Urbano y otros afines a estos grupos.Por ello, el pasado viernes, las asambleístas María José Carrión, Pilar Núñez y Rosa Elena de la Torre habrían advertido que si Hernández se quedaba en el ‘Congresillo’ ellas no se quedarían tranquilas y divulgarían varios problemas internos del oficialismo. Incluso, su presencia habría estado en riesgo en la sesión clave que ese día desarrolló la Asamblea.Así comentaron varios de sus coidearios que prefirieron guardar la reserva pero que agregaron que incluso algunas de ellas acudieron a Carondelet para presentar su queja al propio presidente Rafael Correa.Finalmente, Hernández -pese a que su votación lo legitimaba- optó por dejar el escaño para “evitar fricciones en el bloque”, dijo a su salida del pleno.Entre abrazos de Tania Hermida, Norman Wray y otros que reconocen en él a “un gran asambleísta”, Hernández dejó el plenario; pero tras de sí dejó la inconformidad de muchos que aprecian su trabajo y también un resentimiento interno que aún no se soluciona. (GFS)
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