lunes, 22 de septiembre de 2008

Lectores Imparciales?

Lectores imparciales?
Publicado el 21/Septiembre/2008 00:15
DEFENSOR DEL LECTORPor Carlos Jijón
Juro que no he visto, en los últimos 26 años, situación más difícil para la prensa que estos días. Hablo por lo que he vivido. La última dictadura terminó en 1978. Yo empecé a trabajar como reportero en 1982, así que no sé cómo se trabajó en esa época. Y estoy consciente de que nadie ha ido a la cárcel por informar, como ocurre en estos momentos en Cuba, ni tenemos periodistas asesinados por las mafias, como en Colombia, o en México. Pero cada cual habla de la feria como le va en ella. Y lo que puedo decir es que no recuerdo una presión tan grande sobre los periodistas nunca antes. No solo del Gobierno, los ministros, los ex asambleístas, sino también, por primera vez, de parte de los lectores. O de un sector de ellos. Arsenio Proaño, por ejemplo, lector de HOY, nos escribe esta semana que, a su juicio, la prensa es "amarilla, mediocre y corrupta". Cree que la prensa "se obstina en crear rumores falsos con el fin de desorientar la opinión pública" y que "la tarea de obstruir y oponerse a un Gobierno legítimo, que goza de la confianza del pueblo ecuatoriano, les impide ver las acciones buenas y solo ven las malas, y si estas no existen, se las inventan".La ira del señor Proaño tiene relación con una nota publicada el miércoles 17 de septiembre en la página 7A, de la Sección Actualidad. El titular, a una columna, informa: 'La AGD descarta un acuerdo con grupo Isaías'. La noticia, firmada con las iniciales CAT, informa que el administrador de Petromanabí (empresa de propiedad de la familia Isaías, actualmente incautada por el Estado) asegura "desconocer" un acuerdo "que existiría entre el Estado y los Isaías para que esa compañía regrese a manos de los ex accionistas de Filanbanco". Se asegura también que Alex Girón, asesor jurídico de la AGD, descartó la existencia del acuerdo. "Es mentira", dijo. No ha existido ninguna reunión ni conversaciones". Lo cual lleva al lector Arsenio Proaño a opinar: "Ustedes siguen emitiendo noticias sobre un acuerdo secreto con los Isaías, lo cual ha sido oficialmente desmentido". Agrega: "Ojalá después del contundente triunfo del pueblo en las urnas, los medios de comunicación cambien y no defiendan los intereses de los grupos de poder". Es interesante. El señor Proaño postula que la noticia oficial es una verdad que no admite duda. Yo discrepo. Sé por experiencia que los gobiernos no dicen siempre la verdad y eso me permite entender que el periodista de iniciales CAT haga noticia sobre una negativa. Como el domingo 6 de julio, cuando la prensa mostró al presidente Rafael Correa declarando que no se había tomado la decisión de incautar las empresas de los ex accionistas de Filanbanco. La madrugada del martes 8 de julio las empresas fueron incautadas. Es normal. Así ha sido siempre, y siempre será. Los políticos no siempre dicen la verdad. Los periodistas no siempre les creemos. Lo nuevo es la tesis de que los políticos en el poder son más creíbles que la prensa. Leamos el párrafo final de la carta de Arsenio Proaño: "Los homenajes de respaldo a periodistas, como Carlos Vera, demuestran claramente que los que apoyan estas actitudes, son las mafias organizadas en asociaciones de periódicos, de canales de TV, cámaras de producción, juntas cívicas. Ojalá tengan vergüenza y no continúen con Jorge Ortiz". Mafias organizadas. Prensa amarilla, mediocre y corrupta. La similitud de las frases de Proaño con las que pronuncia el Régimen no parecen una coincidencia, sino un influjo natural sobre un lector que no es imparcial, sino un fervoroso partidario de un gobierno. Como Lenin Aucatoma, que el 2 de septiembre escribió a este diario que no cree posible el ejercicio de un periodismo imparcial, y que cree que los periodistas de HOY están dedicados a la "oposición mediática". ¿Son imparciales los lectores? ¿Hay que defender a los lectores también de otros lectores? No me atrevo a una

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